Piensa globalmente, actúa localmente

 

No eres culpable de nada, sin duda, Hasan, pero las apariencias te acusan. Y la justicia está en las apariencias, al menos en este mundo, al menos a ojos de la muchedumbre.”

Una comunidad se desintegra en cuanto consiente en abandonar al más débil de sus miembros.”

AMIN MAALOUF (León el africano)

A lo largo de este curso he podido darme cuanta de algunas pinceladas sobre los fundamentos para la igualdad y la no discriminación. He escrito pinceladas porque uno se da cuenta que siempre hay mucho que aprender.

Quiero dejar atrás mis aportaciones como funcionario público por varias razones: 1) en mi puesto de trabajo, toda actividad va a ir encaminada a lo que pueda aportar yo como persona (lo que pueda transmitir conforme a mis valores aprendidos y cómo fui educado); 2) las políticas de igualdad se aprueban en otros niveles. Mi responsabilidad es conocerlos, estudiarlos, aprenderlos y aplicarlos activamente; 3) las denuncias en las Unidades de Igualdad dependen de qué valores tenga y el grado de implicación que yo, como persona, tenga en hacer cumplir estas políticas. Al final, todo ronda en las ideas de mis principios, mi inquietud y mi grado de implicación. Eso, en definitiva, son valores que se aprenden a lo largo de la vida. Este es para mí el pilar fundamental de la igualdad: la educación en el respeto. Como se dice en ecología: piensa globalmente, actúa localmente.

Cuando fui padre, me agobiaba mucho sobre cómo poder educar a mi hijo en el respeto, en los valores de igualdad (racial, de género, social, etc.). Una de mis pasiones es la lectura. Decidí por tanto ir poco a poco agrandando m biblioteca no solo con libros que sean mi pasión (ciencia, novelas policiacas etc.) sino sobre historia, sociología, escritores de otras culturas (polacas, iraníes, alemanas, magrebís, etc.) que cuentes sus vivencias. La inquietud en los niños muchas veces viene dada por lo que vea de sus padres. Actualmente, mi hijo es un pequeño lector voraz. Espero que su curiosidad, le lleve a conocer otras culturas a través de la lectura y los viajes.

Creo que como sociedad debemos actuar a pequeña escala. Creo en el papel fundamental de la educación. Una educación que enseñe valores como la empatía, el respeto, la verdad, la cooperación, el compañerismo, el altruismo…

Quiero aportar un último grano de arena a este curso a través del vídeo “El desafío de la Igualdad”, del programa “Aprendemos Juntos 2030”. En ese programa se abordan preguntas tan fundamentales como las que quiero comentar a continuación:

¿Existe una base científica para la desigualdad entre hombres y mujeres?

En relación a las desigualdades entre hombres y mujeres, el escritor Yuval Noah Harari afirma que el poder depende más de las habilidades sociales que de la fuerza física, por lo que la justificación de la superioridad del hombre sobre la mujer basada en el físico no es razonable. “Uno no llega a presidente a base de dar palizas a los demás candidatos si no construyendo una amplia coalición de simpatizantes”. Otra teoría radica en que las mujeres necesitan más ayuda durante el embarazo o para cuidar a los hijos mientras que los hombres pueden dedicarse a competir por el liderazgo o el territorio. En este caso, el autor analiza un ejemplo brillante sobre las manadas de elefantes (mamíferos sociales). Las hembras de elefante necesitan ayuda para cuidar a las crías de los numerosos peligros de la sabana, por lo que desarrollan habilidades sociales con otras hembras. El resultado es una mañana de elefantes hembra “amigas”. Los machos mientras se centran en pelearse entre ellos. El resultado es que al final las sociedades de elefantes acaban siendo dirigidas por sólidas redes cooperativas de hembras (de hecho, son manadas matriarcales).  

Adela Cortina, filósofa que hemos escuchado en el curso, enfatiza los valores importantes de las personas para construir una sociedad más justa e igualitaria. Para ella, la libertad no es hacer lo que a uno le da la gana si no, teniendo en cuenta a otras personas, tratar de participar activamente en la capacidad de hacer cosas de una forma colectiva. “La solidaridad es indispensable para que la sociedad vaya adelante. El respecto activo es un valor importantísimo para saber respetar las diferencias y valorarlas”.  

Oded Galor, en su libro El viaje de la humanidad, describe las posibles causas de las desigualdades sociales que existen en el mundo hoy en día. Aporta datos sobre el profundo crecimiento que ha experimentado la humanidad en los últimos 200 años: la renta per cápita del mundo se ha multiplicado por 14, la esperanza de vida se ha duplicado, etc. pero con fuertes diferencias entre sociedades (lo que aumentó la desigualdad). Estas diferencias deben ir acompañadas de una fuerte implicación en valores de cooperación para evitar la acentuación de los valores contrapuestos como el egoísmo, el racismo, etc.

Como hemos comprobado con estos ejemplos, educar en la cooperación, en los valores de respeto para conseguir la verdadera igualdad y la empatía y la generosidad hace que las diferencias sociales disminuyan considerablemente. Y todo comienza con educar desde el comienzo: desde la niñez.

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